miércoles, 23 de agosto de 2017

Amor a primer vuelo.

¡Oye! quiero hablarte... contarte todo. Mejor te lo escribo. Quizás cuando me leas, te des cuenta que es a ti a quien me dirijo...

¿Crees en el amor a primer vuelo? ¿Sabías que me acompañaste en mi viaje? A penas despegué, creí traspasar ésta dimensión, pero las caricias que venían de mi cabeza, me mantuvieron conectada con éste mundo. Por tus manos fluía la vida misma.

Bajé de mi vuelo aún intoxicada de euforia, volteé y allí estabas tú; aún vibrante por toda la descarga de amor que me habías regalado, sin imaginar que yo la recibí sin ningún tipo de filtro. Te sentí en tu esplendorosa grandeza y generosidad. Fuiste capaz de traspasar todos los blindajes de mi alma y quedarte allí, como una siembra de amor permanente.

Lo que sentí fue suficiente, lo fue todo. Ni siquiera tuve que abrir mis ojos para verte, ya te habías mostrado, así que mirarte no haría la diferencia. Ya lo que tenía que suceder, sucedió. Te había elegido, te recibí sin condiciones, sin miedo y con una insoslayable certeza de que ese día, comenzaría a apreciar lo que significa ser una mujer libre. La necesidad ya no sería la excusa para vivir sin existir.

Hoy tu presencia es absoluta en mí. Me gustas, me seduces de mil maneras, sabes cómo mantenerme interesada en ti. Tu inteligencia y alegría son pócimas de embrujo. Destilas un atractivo que es incapaz de pasar desapercibido. Saber quién eres internamente es mi regalo más grande, mi privilegio. Muchos te conocen, pocos saben quién eres... Y esa exclusividad me la he ganado, quizás por haber decidido amarte como te mereces; natural y enteramente.

Gracias por compartir conmigo ésta aventura maravillosa en la que he decidido convertir mi vida; provocando que cada día sea, una mejor persona.















No hay comentarios:

Publicar un comentario