Los primeros eventos, los primeros encuentros, las primeras
vivencias, ese primer contacto, su mano extendida, su corazón dispuesto, su guía
y compañía… todo su cuido y afecto lo puede recordar, se sabe querida por ella;
por su hermana y la niña lo graba para siempre aunque haya sucedido en los
primeros años de su vida. Esto definirá para siempre, el sentimiento que esta
niña llevará consigo por el resto de su existencia hacia ese ser que le dio tanto
y que tuvo que marchar lejos, demasiado lejos para una niña de 9 años que se
sintió perdida sin su hermana. A lo largo de los siguientes 35 años, paseará por su mente
un sinfín de recuerdos, más que eso, sentirá que su hermana está cerca cuando a través de
su imaginación, escucha su risa o su palabra recia cuando se trataba de hacer
justicia y su tono suave si era para mimar. Le parecerá que fue hace poco
cuando la observaba en las mañanas en su ritual para alistarse y de fondo se
escuchaba música su música preferida, hoy, también la suya.
Optó por recordarla para dejar de extrañarla, de soñarla, de
buscarla cada vez que se sentía desprotegida y así como el parpadear, pasó el
tiempo, mucho tiempo y ahora el sentimiento, el deseo y la situación es otra.
La niña creció, como creció el sentimiento de amor por su
hermana quien la cuidó y la hizo feliz los primeros años de su vida y eso bastó
para que la distancia no mermara el sentimiento, al contrario, evolucionó,
maduró, creció y en el presente ya no la ama desde la necesidad o la nostalgia;
ahora la ama porque puede ver con claridad quién es y le gusta, le honra disfrutar
de su intelectualidad, genialidad, cercanía, simpatía… y lo agradece y
aprovecha al máximo en cada encuentro telefónico de horas donde no hay nada que
rompa el deseo de continuar conectadas, aprovechando al máximo cada minuto.
El presente es el mejor momento para que ambas disfruten una
de la otra y que la hermana sepa que esa niña ya no la espera para ser
cobijada, ahora la recibirá fuerte, alegre, consciente y muy deseosa de hacerla
feliz, de abrazarla, de consentirla, compensarle tantos años de distancia y
silencio por parte de la vida.
Es inminente el encuentro físico de estos dos seres, porque el espiritual sucedió la primera vez que se vieron, solo que una era un bebe y la otra una jovencita. Este reencuentro será diferente y muy especial porque será una celebración colectiva, donde todo el universo será testigo del milagro del amor familiar.
Es inminente el encuentro físico de estos dos seres, porque el espiritual sucedió la primera vez que se vieron, solo que una era un bebe y la otra una jovencita. Este reencuentro será diferente y muy especial porque será una celebración colectiva, donde todo el universo será testigo del milagro del amor familiar.
Te amo mi TATA…
que bello!!! quiero ver una gran foto de ese reencuentro. Me encanta leerte, y leerte así, tan... como diré... tan... tan tú. Te amo y admiro.
ResponderEliminarmi amooorrr!!! no había leído tu comentario!! jajaja sabes que también te amo. Publica tu comentario en face para que mi tata lo lea! jaja
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