Cuando nos haga falta estímulo para seguir mejorando nuestras vidas, recordemos que para muchos somos fuente de inspiración.
Aceptemos o no dicho rol, seguiremos dejando huella. ¿Qué tipo de huella queremos dejar?
Prestemos atención a nuestros hábitos y actitudes, al discurso diario que ofrecemos a nuestro entorno cercano.
Todo comunica; una mirada, un gesto, hasta nuestra manera de caminar o cómo nos vemos, todo transmite un mensaje.
Lo que proyectamos puede impulsar o aplastar. Sostener o socavar. Enaltecer o deprimir.
Se trata de elegir. Yo elijo seguir trabajando mucho en mí, para seguir siendo una fuente de poder para mí y para el resto.
#TodoImporta
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